Hannah Arendt ha marcado el pensamiento político y social de la segunda mitad del siglo xx por su meditación sobre el totalitarismo, encarnado por el nazismo y el estalinismo. Estos dos regímenes contrapuestos emergieron para representar una nueva forma de dominación total, que recurría permanentemente al terror para conseguir sus fines de supremacía universal, y con ello destruía la propia condición humana. El hecho de que este proceso fuera llevado a cabo con la eficaz colaboración de un gran número de personas "normales" llevó a la filosofa a reflexionar sobre la "banalidad del mal", una expresión que aún hoy sigue siendo motivo de gran controversia.
Este libro es la introducción ideal para conocer la figura y la inclasificable obra de Arendt: rica, compleja y en la que un incansable optimismo se asoma al borde de la desesperación.