Ocho relatos fascinantes entre lo real y lo fantástico, en los que Manuel Gutiérrez Aragón continúa explorando su universo creativo.
Los ocho cuentos aquí reunidos discurren entre lo cotidiano y lo fantástico, entre lo real y lo surrealista. Así, una tranquila velada operística en el madrileño Teatro Real se convierte en un encierro en el que reina la oscuridad y no hay posibilidad alguna de comunicarse con el exterior. En otros relatos, la visita a un amigo piloto deriva en un viaje inesperado a la otra punta del mundo, el cielo de Sevilla se puebla de animales marinos y un extraño huésped –un nestrovich– puede alterar hasta límites insospechados la vida de una familia. Hay también, claro, lugar para el cine, como en ese cuento en el que un productor se embarca en una película sobre Mahoma financiada por Arabia Saudí, o ese otro cuyo escenario es un oscuro patio de butacas donde coinciden todo tipo de personajes: estudiantes que huyen de la policía, prostitutas, pajilleros, homosexuales y el escritor Azorín, gran aficionado al séptimo arte.
Y están también presentes el arte y la necesidad de contar, como en la evocación de un amigo de la adolescencia, genio de las matemáticas, que tuvo un trágico final en una playa, o en la historia que una abuela explica a su nieto sobre sus amoríos en Cuba, debatiéndose entre dos pretendientes.
Las ocho piezas que configuran este volumen confirman el talento de Manuel Gutiérrez Aragón, que hace años pasó sin sobresalto alguno del cine a la literatura y en este último campo nos ha regalado ya varios libros espléndidos, a los que ahora se suman estos cuentos.