Las dos caras de una operación de inteligencia que, aunque oficialmente secreta, se hizo pronto legendaria y se convirtió en el engaño más decisivo de todos los tiempos.
En la madrugada del 30 de abril de 1943, un cadáver con el uniforme de oficial de los Royal Marines fue arrojado a las aguas cercanas a la costa sudoccidental de España. Llevaba una cartera que contenía documentos con los detalles de una inminente invasión aliada de Grecia.
Como habían previsto los británicos, el gobierno supuestamente neutral de la España franquista entregó esos documentos al alto mando nazi, que se tragó la historia de cabo a rabo. Quizá fue el engaño más decisivo de todos los tiempos, porque los aliados no tenían semejante plan: el propósito de la Operación Carne Picada era confundir al alto mando alemán sobre su verdadero objetivo: un ataque a la Europa meridional a través de Sicilia.
Aunque oficialmente secreta, la operación se hizo pronto legendaria (en parte debido a la costumbre de Churchill durante la postguerra de contar la historia en cenas). Dio origen a dos libros muy diferentes. En 1950 apareció la incisiva novela Operación Desengaño, de Duff Cooper, una narración novelada, que el gobierno intentó retirar. Su publicación llevó a los servicios de inteligencia a apremiar a Ewen Montagu, el cerebro de la operación, para que escribiera el relato verdadero, El hombre que nunca existió.
Aquí presentamos ambas narraciones, la ficticia y la verídica, de una de las mayores operaciones de inteligencia jamás emprendidas, con un prólogo del gran historiador John Julius Norwich, hijo de Duff Cooper.