En los años sesenta, un Harry «Conejo» Angstrom ya maduro siente de pronto que se tambalean las frágiles bases sobre las que él cree haber asentado sus escasas convicciones tras sus primeras correrías. Conejo intenta entonces acercarse a un grupo de jóvenes intransigentes e inconformistas, más o menos comprometidos en la lucha por cambiar las instituciones que rigen la sociedad en que viven, pero sus ideas y sus argumentos, si bien parecen cargados de razón, no consiguen ofrecerle la salida y la esperanza que el necesita para paliar su desconcierto. Más bien, poco a poco, va descubriendo que su intento por comprender a esos jóvenes fracasa porque ellos mismos viven en la incertidumbre de un mundo que condenan, pero que ignoran por qué otro orden de cosas sustituir. Su propio drama es el de toda una generación que trata desesperadamente de hallar en vano un nuevo código de conducta.