El patrimonio cultural de Italia, cuna del Imperio romano y el Renacimiento, resulta abrumador; de hecho, reúne más lugares Patrimonio de la Humanidad que cualquier otro país del planeta. Pero Italia no es solamente el país de Dante, Tiziano y Verdi, sino también el de Prada, Gualtiero Marchesi y Renzo Piano. La belleza y la elegancia se palpan en los aspectos más diversos de la vida cotidiana, desde las corbatas o el café hasta la sonrisa coqueta de los viandantes. También sofisticada y creativa es la gastronomía italiana, de esencia rústica pero siempre yendo un paso por delante.
Pero el esplendor de esta tierra va más allá del arte, la gastronomía y la moda: el país es una de las obras más perfectas de la madre naturaleza y ofrece una diversidad extraordinaria. Desde el hielo alpino y los lagos glaciares del norte hasta los cráteres volcánicos y las grutas turquesas del sur, hay mucho que vivir y revivir.