Ensayo imprescindible para conocer los inicios de la estética moderna, el tratado de Edmund Burke (1729-1797) sobre lo sublime y lo bello es digno heredero de una tradición retórica que se remonta a Longino, de la filosofía empirista anglosajona y de las teorías del gusto neoclásicas e ilustradas. A pesar de ser obra de juventud de un autor que alcanzó la fama sobre todo por sus escritos políticos, entre los que destaca Reflexiones sobre la Revolución en Francia -publicado también en esta colección-, la indagación de Burke constituye una aportación de tal relevancia al estudio de los fundamentos empíricos y psicológicos de la experiencia estética, que sus ideas influyeron decisivamente en el pensamiento de Kant, en los programas artísticos y literarios del Romanticismo, con su fascinación por lo infinito, lo pasional y lo pintoresco, y en las formas de lo sublime y lo siniestro que ha prodigado el arte contemporáneo.
Introducción, traducción y notas de Carlota Fernández-Jáuregui Rojas