En Tortura blanca, la ganadora del Premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi revela las experiencias de catorce mujeres, incluida ella misma, en las prisiones más infames de la República Islámica de Irán. Su vida entre rejas está sometida a crueles vejaciones: sufren acoso y palizas por parte de los guardias, aislamiento total, denegación de cualquier tipo de tratamiento médico, interrogatorios extenuantes, castigos disciplinarios... La ira del aparato represor iraní también se cierne sobre sus familias, que son amenazadas y no conocen el paradero de las prisioneras.
Ninguna de estas mujeres ha cometido delito alguno: son presas de conciencia o rehenes utilizadas como moneda de cambio. Mediante la tortura física y psicológica, el Estado iraní cree que puede reformar sus almas. Las entrevistas recogida en Tortura blanca, realizadas mientras todas las prisioneras estaban en la cárcel o a la espera de juicio, son documentos asombrosos de humanidad, resistencia e integridad. Mientras los iraníes siguen luchando a favor del movimiento «Mujer, Vida, Libertad», Tortura blanca carga contra el régimen teocrático iraní por sus crímenes.