Una divertidísima sátira sobre la positividad tóxica.
¿Somos todos seres de luz?
Bajo la promesa de la sanación, el éxito o el crecimiento personal, el negocio de la espiritualidad, la autoayuda, el esoterismo y el optimismo tóxico mueve más de dieciocho mil millones de dólares al año solo en Europa y Latinoamérica.
El discurso de que «todo es posible si te esfuerzas lo suficiente» puede motivarnos a veces, pero también nos hace responsables de problemas cuya solución no está en nuestras manos. Pensar que si no lo logras, siempre es tu culpa, quizá no es el camino más directo a la felicidad. El viñetista Alberto Montt lo sabe y nos arranca una sonrisa con sus chistes. Porque si hay algo sanador, es el humor.