Año 1319. El infante Jaime, heredero a la corona como sucesor de su padre, el rey Jaime II de Aragón, muestra una inclinación religiosa que el monarca desaprueba y calla un secreto que solo su confesor conoce. La renuncia a la corona supondría romper el compromiso matrimonial con la aún niña princesa Leonor de Castilla, y podría abrir una crisis diplomática entre ambos reinos.
Las cortes de los dos jóvenes prometidos se han de encontrar en el castillo de Miravet, sobre el Ebro, antes de la celebración de la boda. Durante este tiempo de espera se producen inquietantes acontecimientos: el secuestro y tortura del confesor del infante y la muerte en extrañas circunstancias de uno de sus pajes. No será la última víctima dentro de los muros de la fortaleza. Un caballero hospitalario de oscuro pasado que es enviado al castillo por el abad de Santes Creus para investigar y una dama del séquito de la infanta coinciden en la misma tarea.
La fortaleza será testigo de las tensiones y las luchas de poder, de las ambiciones y las venganzas tanto de los grandes como de los más humildes, aunque tanto unos como otros acabarán siendo arrastrados por el mismo enigma, cuya revelación provocaría un escándalo sin precedentes no solo en los reinos hispanos, sino en toda la cristiandad.
Las entrañas del castillo de Miravet esconden un secreto por el que alguien está dispuesto a matar.