A pesar de que Anagrama comenzó su andadura con libros de ensayo, pensamiento crítico, sociología y política, fue la colección «Panorama de narrativas» la que le dio popularidad entre los lectores. Si bien la editorial publicó obra literaria a principios de la década de los setenta en la colección «Serie Informal», y aunque «Contraseñas» conectó más tarde con una generación de lectores que buscaban relatos o novelas a contracorriente, fue la colección bautizada por José Manuel Lara como la «peste amarilla» la que canalizó el regreso de los lectores a la literatura y dio una nueva vida a Anagrama.
Jorge Herralde empezó a preparar «Panorama de narrativas» en el año 1980, y esta serie de libros inició su recorrido en la primavera del año siguiente, con tres títulos simultáneos: Dos damas muy serias de Jane Bowles, Parodia de Ruggero Guarini y Batallas de amor de Grace Paley.
El éxito de la colección propició la convocatoria del Premio Herralde de Novela y el comienzo de «Narrativas hispánicas», también esenciales para garantizar la salud literaria y financiera de la editorial. Ambas colecciones comparten el diseño de Julio Vivas modificado ligeramente en 1991, cuyo estilo que se ha convertido en una de las señas de identidad más fuertes de Anagrama.