UNA EXPLORACIÓN FASCINANTE DE LAS PARTÍCULAS QUE DAN SENTIDO AL UNIVERSO.
Hace apenas un siglo, el universo lo concebíamos como radiación, luz y una pequeña parte en forma de materia formada por átomos. Estos, a su vez, estaban hechos de protones, electrones y, aunque aún no se había confirmado, neutrones. Analizando primero los rayos cósmicos, y después con el desarrollo de los aceleradores de partículas, el mundo quedó fascinado ante el descubrimiento de una enormidad de partículas consideradas elementales. Poco a poco, el concepto de elemental se puso en duda, pues muchas de aquellas partículas bien podrían estar formadas por otras. Se conjeturaron los quarks, los gluones y otras partículas intermediarias de las fuerzas nucleares elaborándose el llamado modelo estándar de la física de partículas. Se clasificó todo aquel maremágnum en una nueva tabla periódica de Mendeléyev de los elementos, que aún crecería más.
Este libro permite adentrarse en el fascinante bosque de las partículas elementales que le dan fundamento y razón a la existencia de nuestro universo y, en consecuencia, a nosotros mismos.
«Los resultados que fueron obtenidos de los primeros experimentos de colisiones de partículas contra átomos y sus núcleos fueron fascinantes. Surgían nuevas partículas, por efímeras que fueran sus vidas antes de desintegrarse. La carrera que se desató en todo el mundo fue formidable».
Del prólogo de Manuel Lozano Leyva