Toni Ferrer, detective privado, es convocado por Juan García Oliver, dirigente anarquista y futuro ministro de Justicia, que le hace un encargo envenenado: descubrir a los asesinos. Ferrer se verá inmerso en una complicada investigación que estará a punto de costarle la vida. Tras lo que, aparentemente, es una triple represalia política, se esconde una maraña de oscuros intereses que nadie quiere destapar. Complicándole la existencia algo más, Regina, un antiguo amor, reaparece en su vida con una petición inusual y muy peligrosa. Aquel es un otoño violento y teñido de sangre. Una estación hermosa, piensa Ferrer, en la que nadie debería morir. Mejor aún, nadie debería matar en otoño.