Fascinante exploración de la psicología de la conducción y los múltiples equívocos y falsas impresiones que los conductores emplean mientras conducen.
«¿Cómo es que nadie había escrito este libro hasta ahora?»
Amazon.com, Libro del mes julio 2008
¿Sabía que la furia al volante puede ser buena para la sociedad? ¿Qué la mayoría de los accidentes ocurren en días secos y soleados? ¿Qué nuestras mentes crean la falsa impresión de que el carril de al lado avanza más deprisa? ¿O que se puede deducir el comportamiento de un país al volante a partir de sus niveles de corrupción? Estas son tan solo algunas de las fascinantes cuestiones que Tom Vanderbilt explora en esta excursión por los misterios de la carretera.
Gracias a una investigación exhaustiva y conversaciones con expertos en conducción y encargados de tráfico en medio mundo, Tráfico estudia la actividad diaria de ponerse al volante para revelar la compleja red de factores físicos, psicológicos y prácticos que determinan cómo funciona el tráfico, porqué conducimos como lo hacemos y qué dice eso de nosotros. Vanderbilt identifica los límites de la percepción y las estructuras cognitivas que nos hacen conducir peor de lo que creemos. Demuestra por qué planes para proteger a los peatones de los coches a menudo provocan más accidentes y que las rotondas, que parecen peligrosas y caóticas, de hecho hacen las carreteras más seguras ? y además ayudan a reducir los embotellamientos. Explica cómo se forman los atascos, esboza las consecuencias involuntarias de la búsqueda de la seguridad y hasta identifica el error más común que se comete en los aparcamientos.
El coche se convirtió hace tiempo en parte fundamental de la civilización occidental, para algunos símbolos de libertad, para otros de servidumbre. Como dice Vanderbilt, conducir es un prisma muy revelador para analizar cómo funciona nuestra mente y cómo interactuamos entre nosotros. En el último análisis, Tráfico no es sólo sobre cómo conducimos, es sobre la naturaleza humana. Este libro cambiará el modo en que nos vemos a nosotros mismos y el mundo que nos rodea. Y puede que hasta nos haga mejores conductores.