¿A quiénes llama Alberto Cardín «exóticos» ? Pues a aquellas poblaciones cuya cultura no fue, o no ha sido aun, mancillada por lo que nosotros, occidentales, llamamos «civilización» y que constituyen motivo de investigación para etnólogos y antropólogos. Esta antología 02014;mejor dicho, este estudio etnológico02014; pretende atender a la vez al interés del especialista y del profano, y acepta satisfacer a la vez la curiosidad morbosa de algunos y la afición por todo lo «raro» de otros.
Naturalmente, de esta lectura se desprende que la homosexualidad es siempre, en cualquier parte y en todos los tiempos, o bien simplemente una manera de ser, o bien una manera de convivir en comunidades guerreras y religiosas, o bien una manera u otra de vivir el sexo. Quienes convirtieron a estos gallardos guerreros y a estos nobles chamanes en seres «raros» fueron precisamente, por un lado, los primeros cronistas occidentales y cristianos que acompañaron a los descubridores y, por otro, más tarde, algún viajero carca, algún científico mojigato.