Suele darse en los estudios actuales sobre la filosofía griega el intento de restituir contenidos que nos son muy lejanos mediante instrumentos más modernos, condicionados por las fórmulas y los métodos de la investigación actual, o sea, mediante el lenguaje filológico. Aquí en cambio, Giorgio Colli intenta traer a la luz el periodo culminante de Grecia -los siglos séptimo, sexto y quinto antes de Cristo-, el más lejano a nosotros y a nuestra comprensión, sin recurrir a medios especializados. Logra ser accesible al lector profano mediante un planteamiento distinto : no son los ojos del presente los que miran atrás en los siglos, empequeñecidos por la distancia, ni tan sólo los ojos del siglo cuarto antes de Cristo, el de Aristóteles, sino, por el contrario, lo que se procura evocar es una mirada «por la espalda» de aquellos siglos, una mirada lanzada desde los dioses homéricos y prehoméricos.
En esta regresión al pasado, hacia una antigüedad incierta, el origen de la filosofía griega, este misterioso acontecimiento, no queda postergado a un pasado más lejano, sino que por el contrario, se remonta a una época aún más posterior ; es un producto mediato que se vincula al nombre de Platón. Primero está la edad de los sabios. Cuando nace la filosofía, la parábola de la gran época griega ha iniciado su declive. Y esta crisis decisiva es anterior incluso a Eurípides y a Sócrates ; se trata de una rotura, de un debilitamiento interno al mundo de los sabios, y que sólo a través de él pueden descifrarse.