Cada libro de Annie Ernaux nos conduce, sin tapujos ni sentimentalismos, a compartir, en lo más hondo, las experiencias y emociones más intransferibles de una mujer, que gracias al talento literario de la autora se convierten en vivencias universales. Ernaux se dio a conocer con El lugar 02014;ganadora del Premio Renaudot en 198402014;, una narración intimista, descarnadamente autobiográfica, que abre mediante la escritura un camino hacia el conocimiento del ser humano.
En abril de 1967, la narradora, por entonces una joven aspirante a profesora de secundaria, supera el examen de capacitación en un liceo de Lyón para mayor orgullo de su padre, propietario de un pequeño comercio. Para él, proveniente del durísimo medio rural de sus abuelos, esto significa otro paso adelante en su difícil ascenso social en una ciudad de provincias. Sin embargo, poco le dura esta satisfacción, ya que fallece dos meses después. Padre e hija polarizarán dos perfiles sociales, pues ambos han traspasado sus respectivos «lugares» dentro de la sociedad. El lugar se centra, pues, no sólo en los complejos y prejuicios, los usos y las normas de comportamiento de un segmento social de límites difusos, cuyo espejo es la culta y educada burguesía urbana, sino también en la dolorosa incapacidad de hallar el espacio propio que la sociedad tiene prefijado a cada individuo.