¿Qué es una idea científica ? ¿Cómo nace, triunfa o cae en desgracia ? En torno a estas cuestiones tuvieron lugar los debates celebrados en el Museo de la Ciencia de Barcelona en mayo de 1988, con la participación de seis grandes «imaginadores» contemporáneos y de una audiencia diversa y polémica.
Conocimiento significa precisamente agitar ideas, un fenómeno que muchos asistentes revivieron después del encuentro sobre el azar que tuvo lugar en 1985 en el Teatro-Museo Dalí de Figueras, inmediato precedente y punto de partida de esta iniciativa llevada adelante por el director de esta colección, Jorge Wagensberg.
Experiencias personales y ajenas, teorías y modelos se cruzaron durante dos días intensos para reflexionar sobre ese singular proceso que es imaginar la naturaleza y escribir sus leyes. La creatividad de la ciencia (y, por extensión, la de las tantas otras formas de conocimiento) reside en un frágil punto situado entre el caos y la disciplina, el desenfado y el rigor, la analogía y la paradoja, la revolución y la continuidad.
Benoît Mandelbrot 02014;imaginador de la naturaleza fractal02014;, Douglas R. Hofstader 02014;
fabulador de la autorreferencia y el infinito02014;, Hermann Haken y Arne Wunderlin 02014;constructores de una teoría de la complejidad02014;, Akira Okubo 02014;un físico que inventa ecología02014;, Ramón Margalef 02014;fuente de ideas «diana» en biología02014; y Carles Ulises Moulines 02014;metaimaginador de la ciencia02014; respondieron, con sus ponencias e interviniendo con entusiasmo en los debates, a la convocatoria del Instituto de Humanidades de Barcelona y de la Fundació Caixa de Pensions. Este libro es el testimonio de lo ocurrido.