Con una falta de pudor inusual en las letras españolas, Terenci Moix aborda el empeño más arriesgado de su carrera: mostrarse plenamente mientras bucea en lo más profundo de su identidad. En una infancia dominada por el cine, realidad y fantasía establecen un juego sorprendente cuyo objetivo es descender a lo más profundo de una sexualidad atormentada e inconformista.