Entre el versículo del Deuteronomio y el día de hoy median cuatro mil años durante los cuales la Historia de Israel se desenvuelve como una unidad en medio de vicisitudes terribles y dolorosas, una trayectoria sorprendente. De acuerdo con las leyes y tendencias que gobiernan el suceder histórico el Pueblo debería haber desaparecido pero Israel desafía las coordenadas de tiempo y espacio.