En este tenso y apasionante reportaje, William Langewiesche otea un horizonte en el que encuentra anarquía, caos y delincuencia. Cuarenta y tres mil buques gigantescos surcan las aguas entre incontables barcos que transportan, sin apenas regulación, las materias primas y los productos que forman parte de nuestra vida, la mayoría sin lealtad a ninguna bandera y cambiando identidad y nacionalidad a voluntad. Naufragios y contaminación, la dura vida de muchas tripulaciones casi esclavizadas, el aumento de una moderna versión de la piratería o la nueva forma marítima de terrorismo mundial son algunos de los temas del libro.