Gran éxito internacional, sometido a durísimas polémicas, este libro aporta un nuevo modo de entender el Holocausto. Basándose en pruebas nuevas e inquietantes, Goldhagen prueba que el antisemitismo estaba profundamente enraizado en la sociedad alemana, donde era común la noción de que había que eliminar a los judíos. Así se explicaría que a Hitler no le fuera difícil enrolar un gran número de alemanes en «la solución final».